SUGERENCIAS PARA VOLVER A LA RUTINA DE FORMA AMABLE

Enfrentarse a cualquier cambio puede resultar difícil. Y surge el desafío de hacerlo  desde una perspectiva que no añada más dificultades. Una perspectiva mindfulness ayuda mucho a centrar la atención en lo realmente importante del cambio. Bajar de la nube de nuestros pensamientos al aquí y al ahora nos devuelve a la calma y la paz mental que tanto necesitamos.

En este artículo te cuento mi experiencia con el cambio de temporada, pasando de la época estival al otoño y la vuelta a la rutina.

Soy una persona muy sensible y los cambios me afectan. Le queda poco al verano español y con él se irá la sensación de libertad, vacaciones, viajes, excursiones etc. Y llegará la temporada de otoño, en la que hay que centrarse en la vuelta a la rutina, las actividades “obligatorias”, los compromisos, etc. Es algo que me abruma. 

Me pasa desde hace mucho tiempo, no sabría decir desde cuando… Creo que desde que de pequeña preparaba la “vuelta al cole”, y eso que a mi me encantaba ir al colegio, ver a mis amigos y aprender. Pero un cierto miedo a la incertidumbre acompañaba siempre mis preparativos.

He observado las sensaciones y emociones que siento ante septiembre y he identificado algunas, dime si te ocurre algo similar:

  • En España septiembre es el cambio de estación hacia el otoño y aunque aún quedan unas semanas de verano el clima ha empezado a cambiar y esto me hace tener presente que se acercan más cambios. Aunque me encanta el otoño, es una transición que me hace pensar en pasar más tiempo en casa y hacer menos actividades al aire libre. Creo que esa es una de mis preocupaciones del mes.
  • Retomar la rutina. En verano parece que todo es más informal, es una época más alegre y libre, anochece más tarde y da tiempo a hacer muchas cosas con la luz del sol. Todo el mundo entiende que trabajes menos debido al calor o que no comiences proyectos nuevos porque estás de vacaciones. El otoño en cambio es algo más “serio”. Ya se acabaron las vacaciones, es hora de centrarse y ser productivos.
  • También siento un poco de miedo, no sabría explicar muy bien, es un miedo un tanto irracional hacia lo que deparará esta nueva temporada. Tengo varios proyectos en marcha y ¿Quién sabe cómo resultará?
  • Mi entorno también está más nervioso. Noto que a mi alrededor las personas están más inquietas. Los niños y adolescentes por volver a sus clases, los adultos porque quizá se resisten a terminar los días de verano y centrarse en sus quehaceres.

¿Sientes alguna de estas “resistencias” ante el cambio de estación o de época a lo largo del año? Quizá pueda ser útil que revises tus propios obstáculos ante cierto tipo de cambios que te afectan.

Tras observar los motivos por los que creo que me estreso en septiembre, también he tratado de buscar soluciones para sentirme mejor y enfocar el cambio como algo positivo y una forma de crecimiento.

Te cuento mis estrategias:

  • Para no tener miedo al cambio es bueno ser consciente de que todo pasa y nada permanece. Algo que se practica mucho en meditación y mindfulness es el desapego, para darnos cuenta de que no tenemos que aferrarnos a lo que tenemos, ni a ideas o deseos. Sino que es mejor dejar que la vida fluya y nos vaya acercando y alejando cosas. Así que practico el desapego al verano, sé que no puede durar para siempre y que es algo bueno que las estaciones cambien.
  • Me doy cuenta de que el miedo o temor que siento ante la nueva etapa está solo en mi cabeza. No es algo real, es mi mente anticipando, preocupándose o viendo obstáculos donde no los hay. La atención plena nos baja a tierra y nos libera de estar encerrados en una mente que nos atormenta.
  • Practico la “mente de principiante” o vivir cada día como si fuese el primero de mi vida. Esto ayuda a enfrentarse a las situaciones desde una perspectiva distinta. Nos permitirá perder el miedo a lo que va a ocurrir porque, lo viviremos con curiosidad y con mente abierta.
  • Algo que me está ayudando mucho este principio de mes es organizarme y poner por escrito todo lo que tengo que hacer. Esto me ha ayudado a darme cuenta de que tenía demasiadas cosas pensadas para septiembre. Por mi salud mental y física he trasladado algunos proyectos al mes de octubre y noviembre. Debemos ser conscientes de nuestras posibilidades.
  • Autocuidado. Otra forma de enfrentarme a esta temporada es no abandonar el autocuidado, es decir, seguir planificando momentos de descanso, de ocio y de actividades agradables. No por volver a la rutina tenemos que olvidarnos de lo importante que es cuidarnos a nosotros mismos.
  • Ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío. Estoy transformando los pensamientos sobre lo que ya no podré hacer por acabarse el verano, por la ilusión de lo que sí estoy haciendo ahora. Hoy, ahora, en este momento, puedo ser feliz, puedo estar relajada y puedo disfrutar de este espacio de tiempo. ¿Qué más se puede pedir?
  • Meditación. He ampliado mis espacios de meditación y esto me está permitiendo sentirme mejor, tener más energía mental y física y agradecer cada instante, cada respiración y cada latido

Cómo meditación sugerida te invito a escuchar “Soltar las maletas de preocupaciones y arrepentimientos” que he subido recientemente a YouTube. Espero que la disfrutes, puedes escucharla pinchando AQUÍ

Por último quiero hablarte de los proyectos otoñales que tengo en mente y sobre los que estoy trabajando:

  • Un curso on line para aprender mindfulness y meditación en audio Este saldrá en noviembre con los temas grabados en audio, algunos vídeos y muchas meditaciones para practicar. La fecha de lanzamiento será en noviembre.
  • Talleres presenciales.  Me gusta el contacto con las personas y he preparado un primer taller muy práctico y motivador para impartir presencialmente en Madrid. Esto será en octubre.
¿Cómo va tu mes de septiembre? Te deseo calma, amor y confianza.

Un abrazo,

Sara Merino

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