“Herramientas que facilitan la transformación”
¿Qué son las preguntas poderosas?
Las preguntas poderosas abren espacios de reflexión, que nos permiten explorar nuestra realidad interior. Estas preguntas se formulan con el objetivo de ayudar a “volverse consciente” y a ver de qué formas se puede plantear un asunto.
Las preguntas poderosas se utilizan en la actualidad en las sesiones de coaching para ayudar a las personas a conocerse mejor y obtener respuestas desde su propia intuición y naturaleza.
Según Timothy Gallwey:
“El coaching consiste en descubrir el potencial de una persona para maximizar su rendimiento. Es más ayudarle a aprender que enseñarle”.
Las modernas sesiones de coaching, se basan mayoritariamente, en realizar una serie de preguntas, muy bien seleccionadas, para que la persona que está recibiendo la ayuda, conteste ella misma. A través de sus propias respuestas, se encuentra el camino hacia la mejora en el aspecto que se desee. A primera vista, puede resultar algo muy simple y poco efectivo. Pero años de coaching individual y grupal han dado la razón a esta disciplina y muestran su efectividad y poder transformador en la vida de las personas que lo realizan.
Características de las preguntas poderosas
Para incluir una pregunta como «poderosa» tiene que cumplir una serie de requisitos, no vale cualquier pregunta, por eso es mejor que las realice alguien experto. Para que identifiques bien qué son preguntas poderosas y qué no lo son, te indico sus características:
– Generan curiosidad. Son preguntas que normalmente no te has hecho, ya que tratan cuestiones que no suelen salir en el día a día.
– Estimulan la reflexión y el pensamiento. Generalmente son preguntas que no se pueden contestar con un sí o un no, sino que requieren una explicación.
– Sacan a la superficie creencias y supuestos. Puedes descubrir que sobre una cuestión tienes ya una idea preconcebida, aunque no se base en hechos reales, sino en algo que crees desde hace tiempo. Ejemplo: piensas que no eres bueno hablando en público, pero en realidad nunca has probado a hacerlo o lo has hecho muy poco. Si lo has practicado poco, realmente no puedes saber si se te da bien o no.
– Abren la mente a la creatividad y a nuevas posibilidades. Te invitan a pensar de un modo diferente, no se da todo por hecho sino que hay varias opciones y se puede plantear cualquier cosa. La respuesta no tiene límites. Así que cuando contestes estas preguntas, busca la respuesta que de verdad quieres dar, nunca la que se supone que deberías dar, sino lo que en tu interior te salga decir. Aunque parezca una locura…
– Generan energía y acción. Son preguntas que mueven a hacer algo, llevan hacia el dinamismo, en lugar de quedarse sin hacer nada.
– Canalizan y enfocan la atención. Sirven para centrar la atención en un tema, un objetivo o un problema a resolver. Las preguntas que trataremos más adelante, están enfocadas a mejorar tu motivación. Pero este tipo de preguntas pueden formularse para ayudar en otros muchos asuntos. Por ejemplo para superar miedos, conseguir metas, revisar planteamientos de futuro, fijar objetivos laborales o personales…
– Te hacen ser más consciente. A través de este tipo de preguntas, llegarás a ser más consciente de tus propias ideas y pensamientos. Te darás cuenta de tu situación actual y de lo que te está limitando o impidiendo avanzar hacia tus metas.
– Surgen más preguntas. Es habitual que después de realizarte este tipo de preguntas te surjan otras nuevas relacionadas con el tema. Si es así, te animo a que contestes también todas esas otras preguntas que te genere esta práctica.
En una sesión de coaching, el coach te guiaría, y uniría una pregunta tras otra hasta llegar a un punto en el que se obtiene el resultado deseado. En este caso, te propongo una serie de preguntas para que tengas un primer contacto con los posibles beneficios de este tipo de trabajo interno. Si contestas con sinceridad y profundidad, sin pasar por encima de las cuestiones, sino meditando bien las respuestas, tú mismo podrás analizar en qué aspectos puedes mejorar para conseguir un objetivo.
¿Para qué sirven las preguntas poderosas?
Las preguntas poderosas, sirven para ir dando pasos imprescindibles en la mejora personal. Algunos ya los hemos comentado en las características de este tipo de preguntas, pero vamos a profundizar un poco más en sus beneficios:
– Darse cuenta de la situación actual. Sería similar a lo comentado anteriormente, algo cómo «tomar consciencia». Estas preguntas sirven para que te des cuenta de qué te está impidiendo avanzar .
– Concretar cuál sería un objetivo que desees conseguir. Muchas veces sabemos que queremos algo, pero no sabemos cómo expresarlo. A través de preguntas poderosas se puede llegar a concretar mucho nuestros objetivos.
– Saber la causa de que aún no hayas conseguido ese objetivo. Analizando las causas de que aún no hayas conseguido avanzar en tus objetivos o el motivo por el que no tienes la motivación suficiente, ayudará a solucionar estos problemas.
– Trazar el plan para conseguir tu meta. El plan de acción es muy importante para conseguir tus metas. Sólo mediante el análisis profundo de tu situación actual, de tus objetivos y de cómo piensas que puedes conseguirlos, obtendrás la motivación para comenzar los cambios.
A continuación tienes algunos ejemplos de preguntas orientadas a ayudar en la toma de una decisión importante. Imagina que estás dando vueltas a las opciones sobre un problema y te está costando tomar una decisión.
¿Cuáles son las posibilidades?
Si tuvieras que escoger, ¿que harías?
¿Cuáles son las posibles soluciones?
¿Qué pasará si lo haces y qué pasará si no lo haces?
¿Qué podría pasar si no tomas esta decisión?
¿Cuál sería el peor resultado posible? ¿Y el mejor?
Si vas a realizarte este tipo de preguntas por tu cuenta, ten en mente el siguiente consejo.
Las preguntas deben estar enfocadas en el ¿para qué…? y no en el ¿por qué…?
Por ejemplo ¿para qué haces esta actividad?, ¿para qué serviría hacer este cambio? ¿para qué te gustaría conseguir esto…?
Si te preguntas ¿por qué? estarás orientándote al motivo que originó esa conducta y al pasado. Seguramente, estarías buscando una excusa para un determinado comportamiento.
Sin embargo, si te preguntas ¿para qué…? te estarás enfocando al futuro, buscando soluciones y respuestas prácticas.
Vamos a ver un ejemplo con la pregunta ¿Por qué quiero meditar? / ¿Para qué quiero meditar?
Tus respuestas podrían ser: porque me han dicho que va muy bien para el estrés, porque tengo mucha ansiedad y esto me hace sentir mal. En este caso estamos hablando en negativo orientándonos a un problema.
En cambio preguntando ¿para qué? el fin puede quedar mucho más claro. Por ejemplo: para experimentar la calma y la serenidad, para rebajar mi volumen de pensamientos y encontrar paz. Con estas respuestas nos centramos en algo positivo y constructivo que podemos conseguir.
Preparación antes de comenzar el ejercicio.
En el siguiente apartado encontrarás las preguntas y una breve explicación del motivo por el que he incluido cada una de ellas y cómo pueden ayudarte.
Antes de comenzar a realizar las preguntas, te recomiendo que busques un momento en que puedas estar tranquilo y sin interrupciones. Ten en cuenta que puedes tardar entre 30/45 minutos en contestar todo.
Coge lápiz y papel para anotar las respuestas, es muy importante que las escribas. Cuando escribimos las respuestas, estas quedan grabadas en nuestro cerebro y será mucho más fácil analizarlas y tomar acción.
Te recomiendo tener también agua a mano, por si te entra sed, de esta forma no necesitarás nada más y podrás estar relajado.
Realiza 4 respiraciones profundas, para estar tranquilo y conectar mejor con tu «voz interior» que es la que debe dar las respuestas.
Y algo muy importante: aparta los juicios de tu mente, no juzgues si la respuesta que estás dando es buena o mala o qué pensarían otras personas si la leyese. Responde de forma libre y sin condicionantes.
Últimas recomendaciones:
- Realiza el ejercicio en un lugar tranquilo y sin interrupciones.
- Sé lo más sincero posible en tus respuestas.
- Escribe a mano las respuestas, para fijarlas mejor en tu mente
- Tomate tu tiempo para cada respuesta, no hay prisa.
- Busca en los rincones de tu mente, todas las respuestas que se te ocurran.
- Contesta a todas las preguntas seguidas, no hagas paradas.
- No tengas reparos por escribir cosas que te parezcan imposibles de conseguir, se trata de escribir lo que de verdad sientes.