MINDFULNESS Y MEDITACIÓN ¿SON LO MISMO?

Probablemente ya sabrás que la palabra «mindfulness» se traduce como «atención plena». En este tipo de práctica se cultiva la atención a través de la meditación.

 

Ante la pregunta de si ambos términos significan o implican lo mismo, la respuesta fácil es sí, son en esencia lo mismo, pero me gustaría comentar algunos matices.

El ser humano lleva milenios preguntándose sobre qué significado tiene la vida y cómo debe vivirla. La primera forma que seguramente probó para tratar de hallar respuestas fue la meditación.

El concepto meditación, en su origen, hace referencia a prácticas formales cuyo objetivo es observar la mente. En esta observación se trata de conseguir poco a poco la concentración en un solo punto, ya sea en un objeto o en los propios contenidos de la mente. Los contenidos de la mente no son otra cosa que nuestras propias creaciones o pensamientos y pueden ser observados igual que ahora mismo observas lo que estás leyendo.

Las prácticas de meditación han existido durante miles de años en diversas culturas e ideologías.

Orígenes más remotos de la meditación

Primeros datos sobre meditadores

Los orígenes conocidos de la práctica meditativa se remontan a aproximadamente 3.000 años AC en una civilización desarrollada al pie del Himalaya en el Valle del Indo.

De esta cultura nos han quedado restos arqueológicos que muestran figuras humanas en postura de meditación.

Hinduismo

El hinduismo, que surgió alrededor del año 1.750 AC, no proviene de un único fundador, sino que recopila multitud de enseñanzas esparcidas en el tiempo por los autores de los textos védicos.

Se denominan «Vedas» a los cuatro textos más antiguos de la literatura india, base de la religión védica, que fue previa a la religión hinduista. En estos textos aparecen diferentes referencias a la meditación.

Aunque los Vedas son conocidos principalmente como fuente de sabiduría espiritual, también se consideran una gran contribución a la cultura moderna.

Entre sus legados está el ayurveda, una ciencia espiritual integral que proporciona una amplia comprensión del universo, la materia, la mente y la consciencia. En su vasto repertorio el ayurveda incluye disciplinas como fitoterapia, yoga, dieta, terapias manuales, cirugía, psicología y espiritualidad.

Budismo

Conocido como la filosofía de la mente feliz y consciente, sistematizó la práctica de la meditación haciéndola accesible a todo tipo de personas.

En el origen del budismo encontramos la figura del primer Buda: Siddhārtha Gautama (nacido en el año 563 AC), un príncipe que abandonó su hogar para buscar respuesta a la existencia del sufrimiento. Tras largos años de peregrinaje y ascetismo, logró la compresión de la naturaleza de la mente a través de la meditación.

Una vez realizado este hallazgo se le consideró «iluminado» y pasó a llamarse Buda que significa «el despierto». Buda transmitió multitud de enseñanzas respecto a cómo afrontar la vida, entre las que se incluían entrenamiento ético y prácticas meditativas como dhyana y atención plena.

Estoicos

Su filosofía, con unos 2.000 años de antigüedad, se basa en alcanzar la paz, la felicidad y la serenidad de espíritu. Los estoicos tenían prácticas de observación desapegada del pensamiento, autoatención y atención al momento presente. Sin duda, muy parecido a otras tradiciones de meditación.

Cristianismo

Si ahondamos en la tradición cristiana veremos que desde sus orígenes también cuenta con formas de meditación integradas en sus prácticas. La meditación cristiana se basa en el silencio, tan común en monasterios y conventos. Orar o rezar pueden considerarse una forma de meditación ya que se realizan en actitud contemplativa. En muchos casos se utiliza la oración como fuente de inspiración para encontrar sentido a la propia vida.

Taoismo

El taoísmo es una es una tradición filosófica –y a veces considerada religión– china que se basa en un estilo de vida armonioso. Data de la época de Lao Tsé (600 años antes de Cristo) y resalta la vida en armonía con la naturaleza o Tao y llegar a la paz interior.  La principal característica de la meditación taoísta es su enfoque en la circulación de la energía interior. Tiene como propósito aquietar tanto el cuerpo como la mente y unificar el cuerpo con el espíritu.

Hablemos ahora del Mindfulness

Practicar mindfulness es ir descubriendo poco a poco nuestra plena conciencia y hacer un auténtico trabajo de autoconocimiento e introspección. Es decir, básicamente lo mismo que meditar en otras culturas o tradiciones, pero aunando varios tipos de prácticas y volviéndolo más asequible al mundo actual.

Hasta hace unos 50 años en occidente, la meditación se asociaba a algo religioso, esotérico, a sectas, a algo que no podías practicar si te considerabas devoto de alguna religión en concreto.

Actualmente, mindfulness ha transformado las útiles prácticas de meditación en algo que pueda realizar cualquier persona sea del credo o ideología que sea.

Mindfulness integra una serie de ejercicios laicos, independientes, que se pueden realizar en grupo o en solitario. Prácticas adaptables a cada comunidad, a cada cultura y a cada persona. No tiene nada que ver con aspectos o creencias religiosas.

Se trata de extraer los innumerables beneficios que aporta el silencio, la concentración y la introspección y acercarlos al mundo moderno, despojados de cualquier vestigio de oscurantismo.

El gran impulsor del mindfluness en la época moderna fué el estadounidense Jon Kabat-Zinn quien lo dio a conocer en la década de los 70. Este doctor en bilología molecular, consiguió romper las barreras que había para llegar a este tipo de conocimiento, anteriormente reservado a unos pocos interesados en temas espirituales.

Jon Kabat-Zinn había practicado durante varios años la meditación zen y el yoga y también había estudiado con varios maestros budistas. Reunió todos sus conocimientos para crear el «Programa de Reducción de Estrés y Relajación» con sede en la Universidad de Massachusetts. Este programa ayudaba a los pacientes a reducir el estrés y afrontar mejor sus tratamientos.

Dado el éxito popular del programa, cambiaron el nombre a “Clínica de Reducción de Estrés” y se ofrecía como un servicio clínico diseñado específicamente para pacientes con dolor crónico y estrés.

Los resultados fueron tan positivos que a partir de ahí el mindfulness se volvió imparable. Dede la comunidad médica comenzaron a hacerse estudios y a corrobarse los numerosos beneficios de la práctica, tales como la reducción del estrés y la depresión, mayor capacidad de concentración, disminución de la ansiedad, aumento de la empatía, mejora de la presión arterial, etc.

Jon Kabat-Zinn define mindfulness como: «La conciencia que surge de prestar atención, de forma intencional a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella».

La meditación, como decía al principio, ha estado presente en la cultura humana desde el comienzo de los tiempos. El mindfulness ha «traducido» para el gran público, las antiguas prácticas, eliminando rituales e ideas obsoletas, para hacerlas más comprensibles a las mentes modernas occidentales.

El mindfulness, al igual que la meditación, va más allá de simplemente sentarse, respirar y concentrarse en un objeto. Incluye prácticas informales de las que el mindfulness se vale para llevar la atención plena a nuestro día a día.

Como a mí me gusta decir, el mindfulness es todo un «estilo de vida» ya que si a parte de la meditación formal, aplicas sus ejercicios y reflexiones a tu vida diaria, conseguirás un vida plena, con paz interior, te conocerás mejor interiormente y sabrás hacia dónde dirigir tus pasos y tu energía.

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