MINDFULNESS EN VACACIONES

Foto vacaciones
El arte del descanso, es una parte del arte de trabajar.  John Steinbeck.
Este verano llévate el mindfulness de vacaciones y aprovecha para resetear.
En España el mes de agosto es sinónimo de vacaciones. Así que este fin de semana comienzan los días más esperados del año para muchas personas. Aunque este verano, debido a la situación de pandemia, seguimos con restricciones y hay que tener mucha precaución, me gustaría compartir algunos tips para practicar mindfulness en los días de ocio.
Las vacaciones pueden entenderse desde diferentes puntos de vista, cada uno con sus gustos y preferencias:
– Hay personas a las que les gusta únicamente descansar, pasar el rato y tener poco que hacer. Son días de relax.
– Otros prefieren llenar el tiempo de actividades sociales, salir por ahí y no parar ni un momento de un lado a otro.
– Los hay que prefieren las actividades culturales o las deportivas y una mezcla entre descanso y actividad.
Sea cual sea tu estilo, seguro que tienes un rato para ti mismo y para reconectar tu mete y tu cuerpo.

¡Adiós rutinas y dar vueltas a la cabeza!

¡Hola al descubrimiento de sensaciones!

1. Pasa al modo “SER”
El primer paso para disfrutar plenamente de tu tiempo libre es prestar una atención profunda a lo que sucede. Entrar en modo “SER”, es decir, permanecer en actitud receptiva al mismo tiempo que relajada, atendiendo a los detalles. Se trata de dejar a un lado el modo “HACER” en el que solo nos preocupamos de la siguiente actividad a realizar y centrarnos en lo que está ocurriendo en este preciso instante. El modo “SER” es conectar de manera genuina con nosotros mismos y con la experiencia que estamos viviendo.
2. Respira
Presta atención a tu respiración. Ahora que no tienes prisa por salir de la cama, al despertar, puede ser un buen momento para tomar unas respiraciones profundas. A lo largo del día trata de hacer dos o tres paradas para tomar el aire más profundamente de lo que lo haces habitualmente. Realiza dos o tres respiraciones conscientes. Trata de llenarte de aire de forma que tu abdomen suba, esto querrá decir que tus pulmones se han expandido y llenado hasta el fondo. Después expulsa el aire lentamente. Si estás en un entorno natural aprovecha el aire puro para oxigenar tu cuerpo. Respira el momento.
3. Presta atención a los detalles del paisaje
Posa tu mirada en todos los detalles del paisaje, contempla un amanecer o una puesta de sol. Son cosas que normalmente damos por sentadas. Pero tienen un belleza tan absoluta que siempre nos conmueven. Quizá puedes visitar un mirador o contemplar un paraje natural. Mientras lo haces, trata de que tu mente esté centrada en el aquí y ahora y no divagando en otros pensamientos. Si tu atención se distrae, llévala de vuelta con amabilidad al lugar donde está tu cuerpo y tu mirada. Aprovecha para poner todos tus sentidos en marcha: ¿a qué huele? ¿qué sonidos escuchas? ¿qué colores puedes distinguir?.
4. Reduce el contacto con pantallas
Qué mejor momento que las vacaciones para hacer una desconexión digital. Ya que no tienes que estar frente al ordenador, trata de pasar menos tiempo con el móvil. Actualmente dependemos tanto de nuestros smartphones que es raro que pasemos más de un pequeño rato sin mirarlos.  Analiza si estás demasiado pendiente del whatsapp u otras aplicaciones o redes sociales. Desconéctate por completo a ratos. Tu cerebro y tu creatividad te lo agradecerán.
Es bueno también, reducir el consumo de noticias o programas de televisión, que  muchas veces consiguen crisparnos más que entretenernos. Revisa con qué “alimentas”  tu cerebro en vacaciones. Es un momento estupendo para ponerle “abono” y que crezcan y florezcan buenas ideas.
5. Profundiza en las relaciones personales
Aprovecha para profundizar en tus relaciones personales con la familia o amigos. Ahora puedes dedicarles toda tu atención. Practica la escucha activa. Es decir, escucha atentamente lo que la otra persona te está contando sin pensar al mismo tiempo en lo que le vas a responder. Deja que tu interlocutor hable libremente hasta que termine por completo. Es un ejercicio de comunicación excelente. Centra tu mente única y exclusivamente en lo que te está contando, no en otros razonamientos o ideas. Cuando la otra persona termine de hablar, trata de resumir lo que te ha dicho para confirmar que lo has comprendido.
6. Autocuidado
Cada uno es responsable de su propio bienestar. Cuidarse a sí mismo significa preguntarse qué necesito y responder honestamente. Significa identificar y tomar mejores decisiones sobre nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales.
Quizá es la ocasión de darnos cuenta de lo que nos está beneficiando durante el año y lo que no.  Puedes replantearte tus hábitos o tus relaciones, es un buen momento para decidirse a realizar cambios.
Pero hazlo desde la serenidad y la calma, date un masaje, pasea, baila, toma el sol con precaución, lee, escucha música… Rodéate de tus placeres favoritos de forma sana y enriquecedora. Seguro que tienes algún hobby al que ahora puedes dedicarle tiempo. Si lo haces con atención plena lo disfrutarás mucho más y te ayudará a identificar lo que es el autocuidado para ti.
7. Alimentación
Aprovecha que quizá comes fuera de casa para degustar nuevos platos y sabores. Paladea cada bocado, mastica adecuadamente, date cuenta del alimento que estás tomando y de todo lo que implica que haya llegado hasta tu plato. La hora de la comida puede haberse convertido en algo “automático”, damos por hecho que tenemos comida y la ingerimos sin pensar. Pero el hecho de tener cada día nuevos alimentos a nuestro alcance es algo que debemos agradecer. La variedad de sabores y técnicas de cocina de la que disponemos hoy día hace que la alimentación se haya convertido en un auténtico placer. Aliméntate con los cinco sentidos, es decir: observa, escucha, huele, toca…y finalmente degusta.
8. Medita en cualquier sitio.
No hace falta estar en un lugar aislado para meditar, puedes hacerlo en plena naturaleza, junto al mar, en la montaña, en el cauce de un río, en la terraza del hotel…
Te invito a revisar algunos de mis post como “Meditar junto al mar” o “Meditar en el parque” para que veas a qué me refiero con lo de meditar en cualquier lugar.
Los días con menos tareas pueden ser un buen momento para consolidar el hábito de la meditación. Deja tu mente en paz por unos instantes, tan solo atenta a lo que esté sucediendo en tu entorno sin juzgar, sin prisa, sin  aferrarse a nada…

Con la práctica de mindfulness puedes sentir que hay un antes y un después en tu vida.

 

Hay dos maneras de vivir la vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.  Albert Einstein.

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