Conceptos budistas que nos ayudan a entender el mindfulness occidental.
La práctica de mindfulness se remonta a tradiciones con más de 2.500 años de antigüedad. Sus orígenes provienen, en gran medida, de la tradición budista, de su enseñanza de la meditación sistematizada y de su ética y filosofía. Se han modernizado algunas prácticas del budismo y se ha extraído aquello que nos sirve hoy día para mejorar nuestras vidas.
Aunque el mindfulness no tiene nada que ver con la religión ni con unas creencias espirituales concretas, sí tiene raíces históricas que nos pueden ayudar a entender cómo beneficiarnos mejor de su práctica. Además, el hecho de que en occidente hayamos “modernizado” la técnica no quiere decir que no podamos ahondar en su origen y respetarlo.
El estudio de las creencias budistas es totalmente compatible con el de la ciencia moderna y con cualquier tipo de creencias, costumbres o tradiciones. Podemos entresacar cuáles son las enseñanzas filosóficas que nos aportan luz para una vida más plena y feliz.
“Lo que llega a los cursos y talleres modernos de mindfulness es lo que ha trascendido a occidente, y que se ha demostrado científicamente que funciona para mejorar nuestros cerebros y nuestras vidas”.
Nota: Realizo este acercamiento a las enseñanzas de Buda desde el más profundo respeto y con la mayor objetividad posible.
Origen del budismo
Como probablemente sepas, el primer Buda fue un príncipe que aún teniendo todo tipo de lujos dentro de palacio, decidió abandonarlo todo para buscar el sentido de la vida y encontrar respuesta a preguntas como:
¿Por qué sufrimos?
¿Cómo podemos reducir o evitar el sufrimiento?.
Durante largos años Siddhārtha Gautama, el primer Buda, buscó respuestas en diferentes técnicas de meditación y ascetismo.
Las enseñanzas de Buda para una vida noble y sin sufrimiento se transmitieron de forma oral hasta unos 200 años después de su muerte. En ese momento se empezaron a recopilar diferentes escritos que quedaron compilados en lo que se conoce como el «Canon Pali». A partir de ahí se generaron diversas escuelas en función de diferentes interpretaciones de los textos.
El budismo se fue extendiendo paulatinamente a lo largo de muchos años por India, el sudeste asiático, Tibet, Mongolia y Japón.
En la expansión del budismo por Asia, las enseñanzas de Buda se fueron interpretando de diferentes formas y han dado lugar a una gran variedad de ramas y tradiciones. Las prácticas se van adaptando a cada cultura y se fusionan con algunas tradiciones.
El ser humano sufre porque lo genera en su mente. ¿Hay un camino para dejar de sufrir? ¿Y para incrementar las cualidades positivas del ser humano?
En esto se centran las enseñanzas de Buda.
La palabra Buda significa «alguien que está despierto» en el sentido de «haber despertado a la realidad» es decir, dejar de estar atrapado en una idea de la vida que no es la real. También se considera a Buda como «iluminado». En este caso el término «iluminado» hace referencia a alguien que ha alcanzado una gran comprensión sobre la vida. En sentido espiritual sería encontrar la máxima paz interior, amor y felicidad posible, también conocido como Nirvana.
Cuando Buda sintió que había terminado su camino de iluminación y había «despertado» comenzó a dar discursos y a recorrer la India explicando todo lo que había aprendido y descubierto sobre el ser humano.
A partir de estos discursos que Buda impartió durante unos 40 años, el budismo se extendió por países limítrofes y se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos.
Existen tres escuelas principales. Según su aparición en la historia son:
– Hinayana (Theravada)– esta rama se corresponde con la primera etapa de desarrollo del budismo y encontramos el origen del mindfulness en ella. La búsqueda principal de esta escuela es que el meditador encuentre su realización y liberación.
– Mahayana – Dentro de esta escuela encontramos por ejemplo el zen. En esta corriente podemos observar el desarrollo del mindfulness hacia la compasión. En el mahayana aparece la figura del Body Satma un practicante comprometido con la liberación del sufrimiento de todos los seres.
– Tantrayana: en el Tantra se desarrolla el principio de no rechazar nada y además abrazarlo todo como una oportunidad para el desarrollo. El meditador que practica Tantra utiliza las energías de su propio cuerpo para alcanzar la liberación.
Las escuelas budistas más practicadas en la actualidad son principalmente el zen y el vipassana.
Las cuatro nobles verdades
En su primer discurso pronunciado hace más de 2600 años, Buda habló de las cuatro nobles verdades que, como veremos, son una herramienta que podemos seguir utilizando perfectamente en la actualidad para comprender la naturaleza humana y cómo enfrentarnos al curso de la vida. Este discurso es conocido como Primer Sermón de Benarés.
A través del conocimiento de las cuatro nobles verdades y de su aplicación práctica podemos comprender mejor los mecanismos de nuestra mente para interpretar la realidad y comprender la causa del sufrimiento emocional.
¿Porqué puede ser interesante conocer las Cuatro Nobles Verdades?
John D. Teasdale Científico cognitivo y Michael Chaskalson (investigador, fundador y director ejecutivo de Mindfulness Works) explican que la forma en que nuestra mente trabaja nos hace difícil ver con claridad los mecanismos de nuestro propio sufrimiento y a esto hay que sumarle cómo cada uno reacciona y experimenta cada momento. Muestran en sus estudios y artículos como el lenguaje limitante y de apego que solemos utilizar con lo que consideramos «obligaciones» y «deberes» nos condiciona y dificulta una mente clara.
Las Cuatro Nobles Verdades son:
1.- El sufrimiento existe.
2.- Hay una causa u origen del sufrimiento.
3.- Es posible extinguir el sufrimiento.
4.- Hay un sendero para salir del sufrimiento que es el Noble Óctuple Sendero.
Cada una de estas verdades tiene tres aspectos con un total de doce conocimientos directos. Vamos a ver sólo un resumen de las cuatro nobles verdades, si te interesa profundizar en el tema, hay libros y textos extensos donde puedes ver todo lo referente a los discursos de Buda. Al final del post te dejo un link para descargar un libro sobre este tema.
El conocimiento adquirido de las cuatro nobles verdades es, por definición, liberador en sí mismo.
1.- Primera noble verdad: Dukkah. Existe el sufrimiento.
Toda persona convive con un grado de sufrimiento. Hasta la persona con menos problemas conoce el sufrimiento. El sufrimiento que ocasiona el dolor es universal para todos los seres sintientes.
El dolor (entendido en su concepto más amplio) es inevitable. El dolor existe y es inherente a la vida humana. Existe la muerte, la vejez, la enfermedad, etc. Entendemos aquí el dolor como una percepción que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable. Es un sentimiento potente de pena, tristeza o lástima que se experimenta por motivos emocionales o anímicos.
La pena, el lamento, el dolor, la aflicción y la tribulación son sufrimiento. Las expectativas que una mente no despierta construye a partir de ellos generan más sensación de insatisfacción. Sentirse unido a algo indeseable es sufrimiento, separarse de lo que se desea es sufrimiento, no conseguir lo que uno desea es sufrimiento. Según la enseñanza de Buda existen dos venenos mentales importantes: el deseo y el odio.
Sin embargo, esta afirmación no quiere decir que estemos “condenados” a sufrir, más bien al contrario, las causas de dolor son inevitables pero el sufrimiento derivado de ellas sí se puede reducir e incluso eliminar.
Lo que intenta enseñarnos esta noble verdad es que sufrimos en gran parte por nuestra ignorancia, en el sentido de que no somos capaces de ver la realidad tal cual es. Esta ignorancia nos hace mantener hábitos mentales o emocionales que nos provocan un vaivén continuo de deseos y expectativas.
La diferencia entre dolor y sufrimiento está en cómo nos resistimos a ellos. Una pérdida de cualquier tipo: de un familiar, amorosa, de un trabajo, o incluso un dolor por habernos roto un hueso, es inevitable. El cómo nos resistimos a aceptar lo que nos ha ocurrido es lo que nos lleva al sufrimiento, a la ansiedad e incluso a la depresión.
A partir de esta noble verdad podemos comprender cómo el sufrimiento derivado del dolor sí que puede ser evitado. Este es el punto de partida para una mente feliz y consciente.
Veamos un ejemplo con algo muy sencillo. Llego a mi trabajo y alguien me dice que mi vestido le parece feo. Bien, esto puede ocasionar un cierto dolor, ya que yo me he arreglado en casa pensando que era un vestido estupendo. Me incomoda que alguien me diga que no le gusta. Pero una vez pasada esta incomodidad inicial, depende de mí transformar esto en un problema o dejarlo en una anécdota. Si a lo largo del día continúo pensando en las palabras de esa persona y en lo maleducada que es y lo mal que me ha sentado…acabaré añadiendo sufrimiento interno y estrés mental a algo poco relevante.
Ahora imagina algo más grave, como que alguien te diga que es posible que tu empresa reduzca personal y te quedes sin trabajo. Bien, esto puede afectar a cualquiera, pero el hecho de aferrarte a esta idea y darle vueltas y vueltas en tu cabeza en lugar de buscar otras opciones, acarreará mayor sufrimiento mental. Un sufrimiento que se puede reducir e incluso evitar.
El dolor es inevitable y el sufrimiento es opcional. Buda
2 – Segunda noble verdad: Samudaya – El origen del sufrimiento
Esta noble verdad nos habla de cómo el sufrimiento se ocasiona principalmente porque no entendemos lo que realmente somos y lo que realmente son las leyes de la vida.
Entendemos la vida como nosotros queremos verla y esto nos lleva a no obtener los resultados que queremos y sufrir por ello.
El sufrimiento nace de resistirnos a aceptar la vida tal como es y pensar que podemos adaptarla siempre a nuestro agrado.
La palabra clave en la segunda noble verdad es el término tanhá, que generalmente es traducido como deseo pero que también significa apego.
Todo sufrimiento proviene del apego, la ignorancia y el deseo.
El ser humano desea y se apega a bienes materiales y a las personas que ama. Sin embargo, debido a la finitud humana, tarde o temprano tendrá que separarse de los bienes o personas queridas y esto, ocasionará dolor.
Entender de dónde proviene el dolor tiene por sí mismo el poder de reducir la insatisfacción y nos otorga la esperanza de abandonar el sufrimiento.
3.- Tercera noble verdad: Nirodha – Es posible extinguir el sufrimiento.
Esta noble verdad transmite la enseñanza de que el sufrimiento puede ser superado y la felicidad es accesible.
Si bien el sufrimiento es inherente a la existencia humana, el mismo, puede ser superado. Podemos vencer al dolor eliminando el deseo y el apego.
El poder de esta enseñanza es que nos da la capacidad de poder reducir nuestra insatisfacción y sufrimiento. Conociendo el origen del malestar es posible eliminar esa causa.
Según el discurso de Buda, la extinción del sufrimiento pasa por la cesación del deseo y por la no dependencia. Para llegar a esto se requiere un proceso de estudio, de reconocimiento de la realidad, de reflexión y meditación. En los textos budistas se encuentran numerosas prácticas éticas y ejercicios mentales para lograr la adecuada cesación del sufrimiento.
La clave según estas enseñanzas es vivir cada momento, sin apegarnos a las cosas materiales, a las ideas o pensamientos ni a otras personas.
Si somos capaces de reconocer que la vida es cambio constante y vivimos con paciencia cada experiencia que la vida nos ofrece, entonces podemos dejar de sufrir o reducir los efectos dañinos del sufrimiento constante.
4.- Cuarta noble verdad: Marga – El noble óctuple sendero.
La última noble verdad consiste en un programa de entrenamiento que Buda enseñó para lograr la extinción del sufrimiento y alcanzar el estado de felicidad verdadera.
Este sendero de ocho pasos está representado por las siguientes acciones:
Visión correcta Modo de vida correcto
Intención correcta Esfuerzo correcto
Habla correcta Atención correcta
Acción correcta Concentración correcta
El noble óctuple sendero
El noble óctuple sendero se compone de ocho pasos que nos permitirán, según el Buda, un estado de liberación y una felicidad completa exenta de sufrimiento.
Buda vio los ocho factores del sendero como el camino de aquellos comportamientos, conductas y estados mentales que son hermosos, armoniosos, completos y perfectos en sí mismos.
Tradicionalmente los ocho factores del noble sendero se dividen en tres secciones principales:
Sabiduría o discernimiento: Visión Correcta e Intención correcta.
Moralidad o virtud: Habla Correcto, Acción Correcta, Modo de Vida Correcto.
Concentración: Esfuerzo Correcto, Atención (Sati) Correcta, Concentración Correcta (Samadhi).
Éstos ocho puntos del camino no deben tomarse por separado sino que deben ser desarrollados simultáneamente. Todos están relacionados entre sí y cada uno contribuye al desarrollo de los demás. No podemos cultivar un solo aspecto sin tener en cuenta también todos los demás.
Link para descargar libro sobre las cuatro nobles verdades
https://www.budismolibre.org.mx/docs/libros_budistas/Ajahn_Las_Cuatro_Nobles_Verdades.pdf