- LAS PLANTAS DE LOS PIES CONTIENEN MÁS TERMINACIONES NERVIOSAS SENSORIALES POR CENTÍMETRO CUADRADO QUE CUALQUIER OTRA PARTE DEL CUERPO
Algo tan sencillo como caminar descalzo sobre tierra, hierba o arena produce grandes beneficios en nuestro cuerpo. Además es una actividad que no tiene ningún tipo de contraindicación. Existen diversos movimientos para describir las ventajas de esta actividad como el Grounding o el Earthing, que básicamente significan hacer “toma de tierra” o entrar en contacto con su energía, a través de nuestros pies. Cuando caminamos descalzos el organismo se revitaliza, se relaja y la energía fluye en su interior.
¿Por qué existen estos beneficios?
En la historia de la humanidad, el ser humano caminó durante miles de años descalzo y su cuerpo estaba constantemente en contacto con la tierra y la naturaleza. Hoy día cubrimos nuestros pies con zapatos, estamos rodeados de asfalto y vivimos en pisos elevados: estamos desconectados de la tierra.
La superficie terrestre contiene un suministro ilimitado y en constante renovación de electrones libres. Cuando nuestra piel entra en contacto con la superficie terrestre absorbemos electrones que nos ayudan, por ejemplo, a reducir los radicales libres. (Los radicales libres se pueden acumular en las células y dañar otras moléculas. Este daño puede aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades). Además los pies tienen muchas terminaciones nerviosas y al caminar descalzos las estimulamos.
Prácticas como el Earthing y el Grounding, permiten al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.
El cuerpo es un conductor natural y necesita el contacto eléctrico con la Tierra tanto como precisa del agua o los nutrientes.
La falta de conexión puede favorecer la inflamación generalizada y estar entre los motivos del inicio de procesos que derivan en enfermedades.
Caminar descalzo es además una práctica que ayuda a conectarse con el momento presente. Puede convertirse en una meditación en movimiento que permite entrar en conexión con la energía que nos entrega nuestro apreciado planeta. No dejes que los ritmos de la vida actual te alejen mucho tiempo de esta experiencia tan saludable.
Diversos estudios científicos avalan los beneficios de practicar “toma de tierra”. En los estudios se ha comprobado que la mayoría de las personas informan de mejoras importantes en las respuestas parasimpáticas en tan solo 30 minutos de paseo sin zapatos.
En el libro Earthing, con los pies descalzos (Ed. Sirio), escrito por el cardiólogo y psicoterapeuta Stephen T. Sinatra junto con Clinton Ober y Martin Zucker se explican testimonios como el del doctor James L. Oschman sobre la inflamación crónica.
Oschman explica que, cuando pisamos la tierra, sus electrones libres se transfieren hacia el interior de nuestros cuerpos y que estos son, probablemente, los antioxidantes más potentes conocidos y actúan como antiinflamatorios sin efectos secundarios.
También comenta: «El día que comenzamos a usar calzado nos aislamos de la energía de la Tierra y desde entonces los niveles de estrés han aumentado y la inmunidad ha disminuido».
Las evidencias demuestran que el contacto directo con la tierra, puede ser una manera sencilla y natural pero muy efectiva de prevenir las dolencias crónicas más comunes. Veamos todos los beneficios que podemos obtener del contacto de nuestra piel con la tierra.
Beneficios de caminar descalzo:
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El contacto con la superficie de la tierra equilibra los sistemas biológicos. Contribuye a que los ritmos del cuerpo estén sincronizados y armonizados. Esto permite mejorar tanto el sueño nocturno como la sensación de vitalidad durante el día.
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Produce relajación. La activación del sistema nervioso parasimpático reduce los síntomas de ansiedad, las frecuencias cardiacas y respiratorias y la tensión arterial.
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Desinflama. Los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación y con ello, el dolor y los daños sobre las células. Acelera la recuperación de la fatiga.
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Proporciona energía. Reduce la concentración de glucosa en sangre, estabiliza los niveles de hierro y favorece la obtención de energía.
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Evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el organismo.
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Relaja los músculos de los pies y libera tensión tanto en las piernas como en la espalda.
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Reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y mejora el estado de ánimo.
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Al estar los músculos del pie en contacto con diferentes superficies como césped o arena sus músculos y articulaciones se fortalecen.
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En los pies existe una red circulatoria profunda que impulsa la sangre al corazón lo que hace que al ejercitarlos descalzos mejore la circulación sanguínea.
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Caminar descalzo en los primeros años de vida es muy importante para el desarrollo cognitivo de los niños. A través de los pies captan la información del mundo exterior, por lo que es conveniente que los niños caminen descalzos en diferentes momentos del día.
Caminar en la arena es un auténtico masaje para tus pies. Se eliminan impurezas al mismo tiempo que resulta sumamente relajante.
¿Cómo practicar?
Se han desarrollado algunos productos como alfombrillas y almohadas con toma de tierra para utilizar mientras trabajas o duermes.
Pero no hay mejor manera que practicar en un entorno natural.
Ejemplos de lugares donde caminar sin calzado:
En un parque
Sobre la tierra de cualquier zona natural
En un prado
Sobre piedras que no sean muy puntiagudas
En la playa
Junto a un río, un lago o pantano
Caminar descalzo en casa también aporta varios de los beneficios mencionados como el refuerzo en la musculatura y ligamentos así como liberación de estrés y mejora de la circulación sanguínea.
Nota: Los zapatos convencionales están fabricados con materiales aislantes que cortan la conexión eléctrica con la tierra. Los calzados artesanales, realizados con materiales naturales, son una buena alternativa.
Tumbarse o sentarse también es beneficioso ya que aumenta la superficie del cuerpo en contacto con la tierra y sus vibraciones.
¿Dónde no es conveniente caminar sin protección?
Se trata de utilizar el sentido común pero básicamente lugares donde no es aconsejable caminar descalzos es:
– En espacios públicos como instalaciones deportivas o piscinas, para evitar el contagio de cualquier infección.
– Sitios donde pueda resultar peligroso por existir riesgo de heridas o accidente.
Mi experiencia personal
Cuando camino descalza noto una sensación de alivio, de liberación. Es un placer diferente a cualquier otro. Noto que mis pies respiran y mi cuerpo a través de ellos. Me alegra el alma entrar en contacto con la Tierra. Realmente siento buenas vibraciones y la energía positiva recarga todo mi cuerpo. Mi mente se relaja y al mismo tiempo se vuelve más creativa.
A parte de caminar descalza a menudo también realizo las siguientes prácticas:
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Meditar sentada sobre la arena o la tierra directamente. Aprovecho para realizar una meditación de las sensaciones, escuchando los sonidos, sintiendo la temperatura, percibiendo olores, etc.
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Con el buen tiempo practico yoga descalza sobre la hierba de algún parque hermoso.
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Toco con mis manos la hierba, los árboles o los arbustos. Acaricio flores o plantas, siempre con mucho respeto y sin dañarlas.
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Realizo sesiones de respiración conscientemente en lugares naturales.
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A veces bailo o practico algún tipo de movimiento lento o estiramientos.
Si aún no lo has probado no esperes más, es una práctica sencilla, económica y con la que percibirás beneficios desde el primer momento.